La supervivencia de una empresa depende de su competitividad. El modelo diseñado la define en base a 3 componentes:
- Tener una idea sobre como satisfacer mejor que nuestros competidores las demandas de nuestros clientes.
- Llevarla a la práctica correctamente
- Gestionar el resto de áreas y actividades de la empresa adecuadamente
El primer componente se refiere a la estrategia competitiva de la empresa, mientras que el segundo trata sobre su ejecución.
En cuanto al tercero, no basta con tener una estrategia competitiva sólida y bien ejecutada, también deben llevarse a cabo el resto de actividades de la empresa de una forma eficaz y económica.
Las pérdidas de una empresa pueden estar originadas por uno o más de estos componentes, veamos varios ejemplos sobre cada componente:
- Estrategia competitiva desenfocada, por ejemplo las cámaras fotográficas digitales que cada vez incorporaban más megapixels, mientras que los clientes consideraban que eso no era necesario
- La empresa que opta por competir en precio, pero sus costes son más elevados que los de la competencia. Se trata de una mala ejecución de la estrategia
- Una empresa de muebles de cocina que fabrica unos productos innovadores y de buena calidad, muy superiores a los de la competencia, pero después su distribución y comercialización son deficientes.
El modelo permite identificar en que plano o componente de la competitividad surgen los problemas y su naturaleza.
Una vez conocidas las causas con certeza pueden encontrarse con más facilidad las acciones correctoras a llevar a cabo, así como evaluar el efecto que tendrá en todas las actividades de la empresa.